lunes, 2 de julio de 2012

Revista Mensaje

Rescates Financieros en Europa: España, Grecia y la Crisis del Capitalismo Desarrollado.

Andrés Solimano Julio , 2012

El último episodio de la saga de la crisis Europea es el rescate financiero por 100 mil millones de euros al estado español para recapitalizar su sistema bancario por parte del llamado Euro-grupo de ministros de finanzas de la Unión Europea, anunciado el sábado 9 de Junio. Sin embargo la prima de riesgo de los bonos españoles no ha bajado después del rescate sugiriendo que este rescate es considerado por los mercados como insuficiente. Esta operación ha sido presentada por el gobierno de Mariano Rajoy como un “préstamo a una baja tasa de interés sin condicionalidad”, diferenciándose de los programas de rescate de Grecia, Portugal e Irlanda. Lo que gatilló este rescate, fue la delicada situación de la banca española y la incertidumbre de la elección en Grecia. La prima de riesgo de los bonos españoles en el momento de escribir este artículo seguía subiendo ante resultados de aumentos de morosidades con los bancos en España. Según un informe del Fondo Monetario Internacional los bancos españoles necesitan al menos 40 mil millones de dólares en nuevo capital y tienen carteras de mala calidad cercanas a 100 mil millones de euros. El rescate Español, a pesar de su foco estrictamente financiero, se agrega a los “rescates macroeconómicos” de Grecia por 240 mil millones de euros (con dos programas en el 2010 y 2012), Irlanda por 85 mil millones (2010) y Portugal de 78 mil millones de euros (2011). A diferencia de los otros programas el rescate español no fuerza, explícitamente, a recortar el gasto público, despedir trabajadores, elevar la edad de jubilación, subir impuestos y otras medidas contractivas. Aparentemente los países más grandes reciben un mejor trato (menos condicionalidad) que los más pequeños a la hora de recibir ayuda financiera del exterior. Sin embargo, España ya estaba implementando políticas de austeridad antes del rescate. Actualmente un cuarto de su fuerza de trabajo está desempleada y uno de cada dos jóvenes no encuentra trabajo, escogiendo muchos emigrar, en muchos casos a América Latina.

Las Dudas del Rescate Español y la Crisis Griega
El préstamo de los 100 mil millones de euros agrega cerca de 10 puntos porcentuales del PIB más de deuda elevando la deuda pública a cerca de 80 por ciento del PIB. El estado español tendrá, en el futuro, que pagar más intereses por su incrementada deuda pública, desplazando otras prioridades como el gasto en educación, salud, seguro de desempleo y la inversión pública. La crisis española, como varias de las ya de las mencionadas, no es una consecuencia de la existencia del estado bienestar, el que por demás ha existido por décadas, sino de la expansión enorme de la deuda asociada al boom inmobiliario y a una inflación de precios de activos (propiedades, bonos, acciones) durante la fase de boom económico anterior al 2008. La corrección del valor inflado de los activos, que supuestamente respaldaban la deuda ha evidenciado el verdadero “emperador sin ropas” que había detrás de sistemas financieros sobre-dimensionados y especulativos. Para evitar una contracción del crédito generalizada y quizás una corrida de depósitos, se han diseñados estos programas de “rescate”, que mas bien son de hundimiento, al pasarle al estado las cuentas de las farras del sector privado. Es la clásica socialización de perdidas tras una fase de privatización de las ganancias observada en muchas crisis anteriores en el mundo. En España, cuando las cajas (bancos de ahorro que en gran parte financiaron el boom inmobiliario) entraron en problemas se fusionaron en un gran banco llamado Bankia. Para dirigir este banco se nombró como su presidente a Rodrigo Rato, ex Director-Gerente del FMI; no obstante este funcionario debió renunciar recientemente al salir a flote las pérdidas de Bankia, presentadas como utilidades en el balance del 2011. En la actualidad el Banco Bankia tiene necesidades de caja superiores a 20 mil millones de euros y el caso se convirtió en un escándalo (un anterior Director- Gerente del FMI, el francés DSK, ha enfrentado otros escándalos y procesos judiciales por abusos sexual). Por otra parte es interesante observar el ágil repliegue de bancos de gran calado como el BBVA que anuncia la venta de sus rentables negocios de las administradoras de fondos de pensiones privadas en Chile, Perú, Colombia y México. Por su parte el poderoso grupo Santander ha venido realizando consolidaciones y ventas de participaciones accionarias en bancos en el Reino Unido, Brasil, Estados Unidos y otros. Para ambos consorcios bancarios América Latina es decisiva como fuente de altas utilidades a nivel consolidado y de un ambiente propicio, hasta ahora, para los negocios. El caso Español es muy relevante al ser una economía de gran tamaño (la cuarta en importancia en Europa) y con múltiples conexiones con América Latina y Chile, tras su intento “reconquista económica” de la región en los últimos 20 años a través de la muy agresiva política de inversiones externas de los bancos mencionados y las multinacionales españolas operando, principalmente, en las telecomunicaciones y la energía. La crisis europea se inscribe en un patrón más amplio de crisis financieras que se han constituido como uno de los rasgos salientes del capitalismo globalizado, de carácter neoliberal, que surgió desde la década de 1980. La lista es larga e incluye la crisis de la deuda externa de América Latina a partir de 1982, la crisis de las cooperativas de ahorro y préstamo en Estados Unidos (savings and loans crisis), la crisis de los bancos en varios países escandinavos a inicios de los 90, la crisis en Japón, la crisis Mexicana de 1994, la crisis asiática de 1997, la crisis rusa de 1998, la crisis Argentina y de Turquía en 2001-2002 seguida por la gran crisis financiera y posterior recesión en 2008-09 y su secuela de alta inestabilidad y crisis en Europa, la que se ha agravado en el primer semestre del 2012, particularmente en Grecia y en especial en España. La impronta de los últimos 30 años ha sido la dominancia de un capitalismo financiero, con fortalecimiento de las elites económicas y el surgimiento de una clase global de super-ricos (ver listado de billonarios globales de la revista Forbes). En contraste es evidente debilitamiento de las clases trabajadoras y sus organizaciones sindicales y la aparición de una clase media heterogénea, consumista y desideologizada. Se ha avanzado en la privatización de la educación, la salud y otros servicios sociales y se ha debilitado la democracia participativa. En un ambiente de confusión conceptual ante una realidad muy cambiante, con el resquebrajamiento de las aparentes certidumbres del neoliberalismo, también han surgido también movimientos sociales de carácter autónomo a nivel nacional y globales críticos de la globalización neoliberal. El triunfo en Grecia de Nueva Sociedad, de centro derecha, en la elección del 17 de Junio con una plataforma moderadamente pro-austeridad, no ha calmado a los mercados ya que el equilibrio político en Grecia permanece incierto y las condiciones de la economía muy frágiles. Un escenario probable parece ser una renegociación del programa de ajuste de Febrero 2012 en condiciones menos duras de ajuste. También Europa “puede dejar” caer a Grecia, forzándola a salir del Euro y concentrarse solo en rescatar a España e Italia.

Crisis Económica y el poder de las elites.
La crisis del 2008-2009 en Estados Unidos y sus repercusiones en Europa y a nivel global, fue el fin de un periodo de expansión de más de 25 años, acompañada de desequilibrios fiscales, de cuenta corriente de balanza de pagos y sobre todo de un alto endeudamiento de las familias, el gobierno y las empresas. Particularmente notoria, en este periodo, ha sido la influencia no solo económica sino también política del sector financiero (Wall Street en Estados Unidos, la City en Londres, los bancos en España, Francia, Alemania y otros). Las puertas giratorias entre ejecutivos y asesores de los bancos, ministros de hacienda, gobernadores de Bancos Centrales y reguladores crearon un cerrado círculo, una elite tecnocrática-política, que ha terminado suplantando los mecanismos naturales del sistema democrático por los intereses de la banca y las grandes corporaciones. Los ejemplos del exclusivo circulo abundan: el Presidente Obama, del partido demócrata, en Estados Unidos tiene más oficiales provenientes de Wall Street que cualquier otro de los gobiernos precedentes, incluidos aquellos encabezados por presidentes republicanos. Mario Dragui fue alto ejecutivo de Goldman Sachs antes de ser gobernador del Banco de Italia y más recientemente asumir como gobernador del Banco Central Europeo. El primer ministro Lucas Papademous en Grecia también tenía conexiones fuertes con el sector financiero y la academia. Una característica del proyecto del euro es el desmedido poder que han asumido las instituciones supra-nacionales que no rinden cuentas ante ningún electorado como son el Banco Central Europeo (BCE), el FMI y la Comisión Europea, CE. Esta troika ha sido capaz de imponer medidas de austeridad con amplios impactos sobre el crecimiento, el empleo, los salarios, los beneficios sociales. Recientemente Berlín y la Troika han convencido a los gobiernos Europeos de firmar el Tratado de Estabilidad, Cooperación y Gobernanza en Febrero del 2012, el que aún está pendiente de aprobación por los parlamentos nacionales. Este tratado pone una camisa de fuerza a la política fiscal a nivel constitucional y disminuye las atribuciones de a los parlamentos nacionales y el parlamento europeo en las decisiones fundamentales de política fiscal y económica de los países de la EU. La troika, en el 2011, promovió la remoción de los primeros ministros en Italia (Berlusconi) y Grecia (Papandreu). Ambas autoridades cayeron en desgracia y debieron renunciar al quedar sin “piso internacional”. La troika, no el electorado en sus respectivos países, decidieron que estos eran lideres sin fuerza ni credibilidad para imponer políticas de austeridad en sus países, lo que dejo en evidencia la debilidad de las instituciones democráticas de estos países y el poder político real de estas instituciones supra-nacionales y de la canciller alemana Angela Merkel.

Perspectivas y desafíos en la actual fase de la crisis Europea.
A mediados del 2012 los puntos más neurálgicos de las crisis económica Europea se concentran en España (con un rescate que no convence) y en Grecia (con Europa balanceando si es más caro ayudar a este país a quedarse en el Euro que a salirse). Las primas de riesgo de los bonos del gobierno de Italia permanecen muy altas sugiriendo que puede ser el próximo candidato a un rescate de la unión europea y el FMI. En la actualidad no hay consenso en Europa sobre cómo salir de la actual crisis. Las políticas de austeridad de menor gasto público y mayores impuestos son recesivas, empeoran los ingresos fiscales y hacen más difícil pagar las deudas. Se pide un cambio a políticas pro-crecimiento. Por otra parte, se ha sugerido la creación de una unión bancaria europea con un ente regulador central de la UE. También se pide la emisión de euro bonos. En la actualidad el Banco Central Europeo no puede prestarles directamente a los gobiernos pero si puede prestarle a los bancos comerciales (a una tasa muy baja) que vuelven a prestar estos recursos a tasas más altas y hacen una ganancia adicional. También se plantea la necesidad de una unión fiscal y al final una especie de gobierno supra-nacional. La democracia también se tensiona. El alto desempleo, los recortes de beneficios sociales y las frustraciones de la juventud son caldos de cultivo para el populismo, la xenofobia, la intolerancia y la violencia. Además esta crisis se desarrolla en contextos de alta desigualdad y poder de las elites. Ya se observa un fortalecimiento de los grupos de derecha radical después de las elecciones en Francia y las elecciones griegas. Por otra parte, la izquierda no social-demócrata también ha crecido en Francia (Melenchon) y Grecia (Tzipras). La actual coyuntura también evoca los fantasmas de la historia en que el nacimiento del nacional socialismo en Alemania y el fascismo en Italia en los años 1920s y su ascenso en los 1930s coincidieron con severas crisis económicas en Europa. Otra fuente de tensiones en Europa es la hegemonía de Alemania en el manejo de la crisis. El triunfo de Hollande en Francia refleja probablemente un intento de contrarrestar la fuerte influencia Alemana, recuperando un liderazgo más independiente el que fue sacrificado por Sarkozy al alinearse incondicionalmente a los dictados de Angela Merkel. La ausencia de Gran Bretaña, que no optó por el euro hace una década y siguió con la libra esterlina es también notoria. Otro punto de vulnerabilidad es la ampliación de las fragilidades financieras de la periferia Europeo (Grecia, Irlanda, Portugal) a naciones de mayor tamaño económico como España e Italia. Esta película aun no llega su fin y aun muchos desenlaces son posibles para este drama europeo.